Desde luego que nos acordaremos y bien de este fatídico 2020. Nos llega la noticia del fallecimiento del compañero Alfredo Grimaldos. Un periodista e intelectual muy comprometido con nuestro arte flamenco y que ha dejado una obra muy significativa sobre determinados aspectos del mismo. (La fotografía de Alfredo Grimaldos es de Paco Sánchez)
¡Descanse en paz, el amigo y compañero!
No hace mucho que escribimos este nota, pensando que también en Jerez por su labor en ensalzar figuras como las de Luis de la Pica o El Torta, merecía un reconocimiento:
El arte flamenco necesita de personas y profesionales comprometidos con la verdad como Alfredo Grimaldos. Entre otras cuestiones porque en él se funden la formación académica con la intuición más certera del activista político a pie de calle y no desde la barrera. Ahí están el grueso de sus publicaciones alternando su profesión periodística y de investigación con su amor por el flamenco. Nos vamos a centrar en su faceta de estudioso del arte jondo y su labor como crítico. Destaca sobremanera la perspectiva que Alfredo ofrece sobre un aspecto tratado de manera muy aislada (por Gerhard Steingress y pocos más): la sociología del cante.
Ya lo afirmó, con el aval que ello supone, el escritor José Manuel Caballero Bonald: “Alfredo Grimaldos, uno de los más solventes estudiosos actuales del flamenco porque ha sabido abordar con sobrada lucidez este significativo engranaje entre el cante y su escenario social”. En efecto, su libro “Historia Social del Flamenco” (Ediciones Península; Colección Atalaya) se nos antoja como un libro de referencia para argumentar con criterios muy sólidos que el flamenco es el resultado de un marco donde la injusticia, la desigualdad y la marginación se convirtieron en queja rebelde y tragicomedia. Y lo hizo en la voz de sus algunos de sus protagonistas como Mairena, Juan Habichuela, Farruco, Sordera o Fernanda de Utrera, nada menos. Una cuestión que aumenta al doble lo publicado en sus páginas. Mas, la contribución de Alfredo Grimaldos no se detiene solo en este ensayo; hay que valorar las infinitas horas dedicadas a la difusión del arte flamenco desde la radio, la prensa, las revistas especializadas y su colaboración en publicaciones como “El duende taciturno de Luis de la Pica”, entre otros. Por todo ello, nos gustaría un reconocimiento de nuestra tierra a la persona y trayectoria siempre cabal de Alfredo Grimaldos.
José María Castaño @Caminosdelcante
Aunque la fotografía de Alfredo Grimaldos, no tiene créditos, se la hice en uno de nuestros encuentros en Madrid. Autor: Paco Sánchez
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Tienes toda la razón, amigo Paco. De saberlo habríamos puesto tu firma con el lógico y justo. Nuestras disculpas
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