Agradecemos a los compañeros de Diario de Jerez, especialmente a su redactor Fran Pereira, la invitación a escribir esta despedida a nuestro caminante mayor, Alfredo Benítez Valle. Casi 30 años con nosotros compartiendo sus vivencias y sabiduría. (Fotografía: Olivia Pierrugues)
La verdad es que la envié como buenamente pudimos ya que estaba un poco conmocionado por el adiós de una persona que ha significado tanto para nuestros caminos. Así que disculpad algunas incorrecciones.
Este es el comienzo del texto:
«Cuando se escribe con lágrimas en los ojos las letras se ven turbias. Unas veces más lejos y otras más cerca; como los recuerdos que ahora se arremolinan en la tristeza más absoluta. Pues, no por esperado, se achica el dolor ni el amargor de las despedidas. Aún es pronto, pero creo que el mundo flamenco no sabe cuánto ha perdido con el adiós de Alfredo Benítez. Su sabiduría había alcanzado una profundidad inaudita; pues su visión del cante llegaba a unas cotas existenciales muy elevadas.
La historia del Alfredo comienza cuando aquel niño fue sorprendido por unos gemidos que llegaban de una reunión. Asomó su cabeza y se preguntó por el origen de aquellos misteriosos sonidos mientras los nudillos de aquellas personas hacían caer los vasos de vino desde las mesas. A partir de entonces, consagró toda su vida a perseguir aquel enigma y creo que solo lo alcanzó en la oscuridad de sus últimos días, que fueron como auténticas y afiladas siguiriyas entre cuatro paredes».
Y aquí tenéis el artículo completo en Diario de Jerez:
https://www.diariodejerez.es/opinion/articulos/Adios-maestro-amigo-Alfredo_0_1510349521.html