COMO TODOS LOS AÑOS, LA OTRA GRAN EFEMÉRIDE DEL DOS DE JULIO.- Hubiera sido injusto conmemorar solo la efemérides de Camarón porque también el 2 de julio se depedía el “Papa del fandango de Huelva”… Paco Toronjo quien dedicó uno de sus últimos fandangos a los sentimientos de la Humanidad.
En efecto, Francisco Antonio Gómez Arreciado, más conocido por Paco Toronjo, falleció el 2 de julio de 1998, hoy hace 19 años, en la misma bendita tierra, Alosno, que lo viera nacer el 13 de junio de 1928. Una cuna que amén de una gran riqueza en el Fandango de Huelva siempre fue un auténtico vivero de apreciadas variedades folclóricas.
Revisando la biografía de este fenómeno y sus grabaciones nos hacemos cargo que no fue un cantaor largo, ni falta que le hizo, y sus aportaciones vinieron más de su injertar a fuego candente su personalidad sobre la herencia que había recibido de sus mayores que cualquier otra premisa que queramos buscar. Esas sentencias a ritmo 3 x 4 del fandango onubense que su tierra supo conservar como una reliquia cantaora.
Uno de los secretos de Paco Toronjo, en nuestra opinión, fue que siendo un gran especialista del Fandango de Huelva, tenía el carácter y la forma de encarar los tercios de un siguiriyero fetén poniendo en solfa a aquellos que creen que esta tipología de cantaores solo se producen de “El Cuervo (provincia de Sevilla) para abajo” y de determinada familia.
Esa inaudita conjunción del riquísimo universo de los Fandangos de Huelva con las condiciones de Paco de siguiriyero se erige en uno de los grandes monumentos flamencos a la queja cantada del mundo mundial. Porque parafraseando al recordado guitarrista Moraíto: el verdadero cante, el bueno de verdad es el que duele; acaso porque el cante en su trasfondo último es un juego de emociones por encima de cualquier otra cuestión.
En Paco Toronjo, y sobre todo cuando la vida le había golpeado con dureza, percibimos bien su carácter siguiyero: se nos muestra un cantaor febril, que no se conforma con los dictados de la vida a la que protesta a su forma, sus aportaciones son mucho más viscerales que intelectuales porque a la hora de cantar no busca el gustar, ni el cantar bien, sino el partirse literalmente porque solo cantando se libera de sus problemas. Paco intenta siempre emocionar, no quedar bien, tirarnos con su cante de las mangas de la camisa para hacernos partícipes de su dolor. Luego está esa manera feroz de desentenderse de la medida y arrojarse al vacío de las emociones con una voz rota y aguardentosa que conmueve los cimientos del alma.
Por todo ello, creemos que Paco Toronjo es esa llaga del cante que tuvo la suerte de nacer en Alosno para regalarnos esa joya que es una fandango de Huelva interpretado con desde el sentío de un siguiriyero. Tal vez por ello, y corroborando cuanto decimos, en muchas ocasiones necesitaba comenzar sus fandangos con dos o tres buenos ayes por siguiriyas, secos, rotundos, contestatarios… haciéndonos comprender que el flamenco lo inventó el ser humano para salvarse y salvarnos a través de la queja cantada.
YouTube by Roberto Bermejo
He aquí arriba un buen ejemplo acompañado creemos por Manolo Sisón: Fijaros bien que en la segunda tanda de fandangos (en torno al minuto 5 de la grabación) se inicia con el toque y el cante por siguiriyas, lacerado y doliente, más como una necesidad de expresión que una determinada estética. Paco interpreta con su particular decir los variantes de Rengel, Rebollo, el cané y otros valientes de Alosno. ¡Insuperable!
José María Castaño @Caminosdelcante
Los Caminos del Cante 
Un comentario en “También recordamos en estos días a Paco Toronjo, inmortal alosnero…”