La cuarta de las entregas de este serial coincide con el 7 de agosto, el 24 aniversario del adiós de nuestro cantaor, el de las noches de corinto y amaneceres que rompían la magia. Es por tanto muy especial esta dedicatoria que elevamos a su jardín de nubes blancas y flores de terciopelo. Abordamos hoy la poética, que en forma de metaverso, le hacía vivir de forma tan imaginada como sentida. (Foto: Curro del Realejo)
Unas letras de muy distinta procedencia pero con un mismo fin
En cierta ocasión, mi amigo Ramón Soler, uno de los más grandes estudiosos del flamenco, me preguntó por unas letras que Luis de la Pica cantaba por tangos con referencia al agua como elemento y que el cantaor describía como ‘un ser vivo’. ‘El agua es una realidad poética completa’, decía Bachelard.
Aquello derivó en un estudio que resumo a continuación. Luis no solía componer sus letras como se suele decir, más bien las adaptaba durante sus vigilias. Unas coplas que le iban llegando de muy distinta procedencia. Conocemos algunos autores que le prestaban sus versos como Julio Rivera o como el pintor del barrio de Santiago Juan Grande, quien muchas veces acompañaba a Luis por sus noches en vela, incluso El Nene. Me contó un testigo directo que una mañana de verano aparecieron dormidos en una playa cercana y que una ola los despertó del sueño con el primer sol. Aquello lo escribió Juan Grande de una tan forma surrealista como genial y, al poco, sonaba en las bulerías de El Pica aquello de ‘Vienes de la mar y te llaman ola / y llegas con un vestido del color de la mar’…
Por otro lado, sus hermanas me insinuaron que a veces encontraban poemas de autores cultos en papeles arrugados en los bolsillos de sus pantalones. Todo cuanto alimentaba su nostalgia y le propiciaba revivir su mundo era reclutado para su repertorio. Desde una poetisa uruguaya llamada Juana de Ibarbourou, autora de la citada letra’El agua es un ser vivo que contempla y calla’, a Luis Cernuda con los versos ‘Veo huir hacia el otoño / pálidas aguas sin fuerza / mientras se olvidan los árboles / de las hojas que desertan’. Incluso meter por bulerías la balada de una venezolana, Caridad Canelón, que también grabó Ana Belén (‘El pisa fuerte / y yo hago la cama’ de la canción ‘Soy un poco de nada’ del autor Harry Nilson).
(Continuará…)
Del artículo ‘Luis de la Pica, bohemia y sueño del cante’ en la Revista Big Sur Series #2 por José María Castaño @caminosdelcante
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