Me da la impresión que tenemos muy olvidado al cantaor Diego ‘Rubichi’. Aparte de su honestidad como profesional y persona, fue un pozo de jondura sin igual; pues se entregaba a los cantes poniéndolo todo. Un compromiso con los tercios que le llevaba a interpretar siempre con tanta fatiga como pundonor. (Desconocemos el autor de la foto, si alguien nos puede ayudar lo agradeceríamos para poder firmarla como es preceptivo)
Os recuerdo que nuestro curso sobre la bulería por soleá monográfico del día 19 de agosto aun tiene el plazo de inscripción abierto, la participación se va animando:
Volviendo al protagonista de la entrada, no conviene olvidar que Diego viene de un manantial cantaor de primera magnitud. Una cuestión que lo quiere decir todo o tal vez no; siempre dependerá de las cualidades del legatario. Pero en este caso, Diego fue un más que digno heredero del impresionante caudal de jondura que le llega de su padre, Domingo Rubichi, y de su tío, Agujetas el Viejo.
Un aljibe jondo (así lo definió con acierto en su biografía el amigo José Luis Gálvez) cuyo eco es de gruta; espeso como si masticara tierra albariza al mismo tiempo que canta. Diego de los Santos Bermúdez iba siempre al filo del precipicio, como suele comentar su amigo Juan Salido Freyre, y cantó la bulería para escuchar con una gran fidelidad.
El vídeo pertenece a Canal Flamenco TV de Onda Jerez (va un poco bajo de volumen) y proviene de aquellos Viernes Flamencos que se celebraban en el cine Astoria de Jerez:
En el inicio de la muestra, el cantaor acompañado de su hijo Domingo Rubichi al uno por arriba, se acopla a la guitarra con un ayeo para dar paso a la tradicional bulería por soleá jerezana de inicio con la letra ‘A tu casa no voy más’ (os recuerdo, aquella que siempre se canta con la tradicional letra ‘Al de la Puerta Real’). Un mismo esquema que se repite en el siguiente cante ‘De terciopelo era el vestío’. Como advertimos, una y mil veces, el cantaor hace su propia versión de lo aprehendido.
Tras las dos estrofas de preparación, ejecuta con mucha enjundia la denominada bulería por soleá corta con ‘Por lo que tú quieras pase’. Es una variante de un gran sabor jerezano que sin embargo dejó fijada para la eternidad Tomás Pavón en varias ocasiones (como aquella de ‘El sitio donde te hablé’ o ‘En que en el estribo esté’). Un decir muy breve y ligado, como un sorbo de buen amontillado. Diego liga los tercios finales en el bajo con una gran flamenquería y aporta el dolor en sus decires.
Da la sensación que el intérprete ha llegado hasta aquí para acometer con todas las garantías una variante más exigente, el considerado estilo valiente o segundo de La Moreno. Lo ejecuta, además, con la letra más clásica asociada al mismo: ‘Dinero, dinero… tú nada más que quieres dinero’…
El final tiene alguna tela flamenca que cortar…
¿Una relación directa entre una bulería de Jerez y uno de los estilos por soleá de Alcalá o viceversa?
De principio, estamos en una bulería tradicional de las fiestas jerezanas, en el vídeo atemperada con la letra ‘(Te) quisiera preguntar’. Era y es frecuente que tras una serie de bulerías cortas se hicieran estas para doblarlas en las reuniones de cante.
A modo de ejemplo sonoro, he cogido al azar la emblemática reunión del disco ‘Jerez, fiesta & cante jondo’ (Audivis, 1991). Podéis escuchar lo antedicho porque es tradicional y muy común ese cambio en las fiestas jerezanas por bulerías. Son unos fragmentos, en el caso de Antonio Malena se inicia con ‘No me mires, ni me hables’ para luego hacer el cambio reseñado con ‘Quisieron poneeeer‘ que es a donde queremos llegar. Igual ocurre con el pasaje de Manuel Moneo ‘Barrullo’. Primero, al igual que Antonio, la bulería corta tradicional con ‘Confiésate y veras’ a la que añade otra se sabor plazuelero ‘Tu gente me ha publicao’ y rematar con el cambio en cuestión ‘Yo no sé porqueeeeé’.
Aquí tenéis los ejemplos de Antonio Malena y Barrullo:
Ahora bien, siguiendo la teoría del maestro Alfredo Benítez (en perenne recuerdo) esta forma de bulería podría (y subrayo lo de podría) ser el germen del estilo de cambio de la soleá atribuido a Joaquín el de la Paula de Alcalá. Ese que se titula segundo y que tiene correspondencia con la letra tradicional y asociada ‘Quise mucho a una mujeeeeer’. De ser cierto, la pregunta de cómo llegaría de las fiestas jerezanas a plasmarse como estilo de soleá de Alcalá (o tal vez en sentido contrario) es todo un misterio.
Fijaros bien que estos mismos remates ralentizados dan lugar al estilo considerado 2 de Joaquín de la Paula. Lo comprobamos en:
Manuel Torre:
http://canteytoque.es/joaquin2torre16.mp3
y Juan Talega:
http://canteytoque.es/joaquin2tal2.mp3
De cualquier manera, convence y mucho la postura cantaora de Diego Rubichi, secundado por su hijo Domingo a la guitarra, en estos terrenos de la bulería por soleá o la bulería para escuchar. Un cantaor que tenemos un poco olvidado pese a su tremenda calidad y autenticidad.
José María Castaño @caminosdelcante