El Ballet Nacional de España actuará los días 17 y 18 de junio en el Festival de Granada, que recuerda en esta edición el centenario del Primer Concurso de Cante Jondo de Granada. Con la dirección de Rubén Olmo se representará el programa Invocación, que incluye un homenaje al bailarín y coreógrafo flamenco Mario Maya, cuya carrera comenzó bailando de niño en el Sacromonte granadino. (Foto de portada: Fundación Mario Maya)
“Un bailarín hondo y jondo” es como el crítico teatral Lorenzo López Sancho definió a Mario Maya, cuya coreografía De lo flamenco está incluida en el programa Invocación como homenaje al artista.
Mario Maya (Córdoba, 1937-Sevilla, 2008) comenzó a bailar siendo niño en las cuevas del Sacromonte granadino mientras estudiaba en la escuela del Padre Majón. Con el dinero que le donó una turista británica que ganó un concurso de pintura con su retrato pudo formarse como bailarín, primero con Manolo Caracol y después en el Ballet de Pilar López. Tras su viaje a Nueva York en los años 60, donde bebió de las nuevas tendencias y el teatro contemporáneo, se centró en buscar nuevas formas de expresión en el flamenco partiendo de la tradición hasta llegar a convertirse en el artista que cambió la estética y el concepto del flamenco. Su creatividad y forma de trabajar inspiró a una generación de flamencos que están hoy en lo más alto de este arte. Granada recuerda a Mario Maya desde 2014 con una estatua ubicada en el Paseo de los Tristes.

La Compañía Andaluza de Danza (actual Ballet Flamenco de Andalucía) estrenó De lo flamenco en 1994bajo la dirección de Mario Maya. Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España, ha decidido remontar esta obra de la forma más fielmente posible al original. “Elegí la suite De lo flamenco para este homenaje porque creo que es uno de los ballets más frescos que creó Mario Maya. Presenta un abanico muy amplio de los registros del flamenco, desde el clasicismo hasta el barroquismo y la vanguardia, y refleja el saber, la originalidad de sus coreografías y su gran sentido musical”, explica el director. “Creo que Mario Maya estaría muy satisfecho de ver su obra dentro del Ballet Nacional de España, compañía que él soñaba con dirigir, porque su estilo de coreografía para un gran número de bailarines encaja muy bien con el BNE”, añade.
El montaje que presenta ahora el Ballet Nacional de España difiere del original, coreografiado por Mario Maya, Dolores Menjíbar, Manolo Marín, y A. Rueda ‘Toná’, en dos nuevos números encargados a las también colaboradoras de Mario Maya Isabel Bayón y Rafaela Carrasco. La primera, que fue primera bailarina de la compañía de Mario Maya, ha creado especialmente para la bailarina principal Esther Jurado la coreografía Taranto. Manuela Carrasco, por su parte, firma Romance del emplazado, sobre los versos de García Lorca. Inspirada por la soleá del mismo título que Mario Maya coreografió especialmente para Israel Galván, ha intentado no perder la esencia y las maneras del maestro, rescatando los pasos pero dotando a la pieza de un halo más actual.
El cuadro flamenco del Ballet Nacional de España, acompañado por tres cantaores invitados, interpretará en directo la música compuesta por Diego Carrasco, Jesús Torres, Moraíto Chico y Los del Río. Por su parte, la Orquesta de Extremadura ha grabado la música de las otras tres coreografías del programa: Eterna Iberia, de Manuel Moreno-Buendía, bajo la dirección de Manuel Coves; y Jauleña e Invocación bolera, dirigida por su compositor, Manuel Busto.
La primera es una coreografía de danza estilizada pura creada por Antonio Najarro para el Ballet Nacional de España en 2019, que otorga protagonismo a la capa y al sombrero cordobés, dos elementos distintivos de la danza española. La escuela bolera es otro de los estilos más distintivos de la danza española y en Invocación bolera Rubén Olmo rinde homenaje a los maestros clásicos de este estilo a la vez que actualiza los pasos en una de las escasas coreografías grupales recientes de este estilo. Maribel Gallardo, Medalla de Oro a las Bellas Artes 2021, es la responsable del montaje de castañuelas de esta pieza. Completa el programa Jauleña, un solo firmado también por Rubén Olmo que fusiona varios estilos de la danza española, como el zapateado o la granaína, con el lenguaje contemporáneo.
Invocación es, en definitiva, un completo programa en el que se puede disfrutar de un flamenco lleno de vida y de fuerza en el escenario, un ballet de la más pura danza estilizada y una de las escasas coreografías recientes de escuela bolera.
Fuente: Ballet Nacional de España