A modo de apéndice del pódcast dedicado al cante por livianas y el concurso que cada año se organiza en Puerto Real, nos centramos en esta variedad del estilo partiendo de la figura de Juan Talega. Una figura capital en estas lides por ser legatario de una de sus formas claves, la toná liviana, y haberla transmitido a Antonio Mairena, su gran difusor.
Comenzamos por el maestro de los Alcores quien se preocupó y mucho en su discografía de rescatar el estilo por livianas en varias ocasiones; en concreto esta variedad de la toná liviana. Esta grabación, con la guitarra de Melchor de Marchena, corresponde al disco ‘Cien años de cante gitano’ de 1965 para la casa Hispavox:
Siguiendo, con la admiración de siempre y la referencia que suponen los autores Luis y Ramón Soler con su libro ‘Los cantes de Antonio Mairena (comentarios a su obra discográfica)’ de Ediciones Tartessos, 2004, podemos extraer interesantes planteamientos:
-En el disco al que hacemos referencia, el estilo de toná liviana se consideraba ‘una gran novedad’. Siendo la primera vez que aparece con esa denominación en la discografía oficial.
-Para Los Soler se trata de todo un ‘hallazgo’ que se consiguió ‘gracias a la memoria de Juan Talega y la intuición de Antonio Mairena’. Por lo tanto, ellos dejan entrever que hay alguna aportación del maestro de los Alcores al estilo y que no se limitó a seguir el patrón original. Ricardo Molina por carta a Anselmo González Climent le comentó que ‘era un tesoro que andaba celosamente disperso entre los gitanos’.
-Si bien parece que el cante estaba en la memoria de Juan Talega, el nombre a esa melodía concreta se lo puso Mairena al apreciar rasgos de toná y de liviana. Sin embargo, la denominación no es pacífica (no se trata de una tona + liviana; sino una mezcla se siguiriyas y livianas con ecos de cabal) dado que no coincide esta grabación con la métrica que expuso Juanelo de tonás livianas.
-En la primera estrofa ‘Cuando a ti te apartaron’, Los Soler advierten claro ecos de la siguiriya atribuida al Nitri.

-Con ‘Camino de Bollullos’, donde según parece Mairena hace acopio de lo legado por Juan Talega (grabaciones domésticas así lo confirman). Entra de lleno en crónicas asociadas a bandoleros (siguiendo a Demófilo, el Alonso Reyes que aparece en la letra era un contrabandista). De cualquier manera, la letra es muy parecida a ‘Camino Casariche’ que grabó Pepe de la Matrona. Mairena parece hacer una siguiriya muy primitiva que Los Soler atribuyen al Nitri (recién desgajada del tronco de las livianas, presumiblemente, afirman).
-Para cerrar, aparece el cierre ‘Si acaso no tuvieran’. En principio, parece idéntico al anterior pero varía en la métrica. La letra casi igual aparece en Demófilo asociada a Diego el Lebrijano. Una razón por la que los autores intuyen que este histórico intérprete tuvo que ver algo en su gestación o divulgación.
Hay dos conclusiones que merece la pena tener en cuenta:
Una.- De nuevo aparece, por temática y ubicación, la no siempre considerada en su justo lugar e importancia en el flamenco cuando hablamos de la ciudad de Ronda, más que nada por las relaciones con el cante por serrana.
Dos.- La llamada intuición de Antonio Mairena da muchísimo juego otra vez y podría tener visos de autoría. Otra cuestión es que el maestro nunca se quiso atribuir ninguna recreación. Parece como si tomara retazos de aquí y de allí (en esta ocasión en mayor modo de Juan Talega, pero yo no desdeñaría para nada a Pepe de la Matrona) para remozar los estilos y dejarnos para siempre en un patrón seguido hasta nuestros días. La investigación sobre dónde llegan estas aportaciones de Antonio agrandarían aún más su papel como cantaor más mediático de los últimos 70 años al menos. Desde luego, es una opinión personal.
Artículo basado en el libro de los comentarios discográficos a la obra de Antonio Mairena de Luis Soler Guevara y Ramón Soler Díaz.
Os puede interesar el pódcast al que hacemos referencia al principio:
Un comentario en “De la toná liviana, Juan Talega y Antonio Mairena”