Nada menos que será el duodécimo disco de este guitarrista flamenco nacido en Francia pero con raíces españolas. En esta ocasión, un homenaje al músico Ziriyab y, por extensión, a la música andalusí.
De este modo, Juan Carmona rinde homenajea a este legendario músico, al que se tiene como uno de los mayores difusores de la música arábigo-andalusí. También como un guiño del artista al Premio «Zyriab des virtuoses» que le entregó La UNESCO hace algunos años.
A modo de ilustración de esta entrada, podemos decir que Abu l-Hasan Ali ibn Nafi` fue un músico que trasladó en la Edad Media (finales del siglo IX) desde Califato Abasí al entonces Emirato de Córdoba. Apodado como Ziriyab (que podemos traducir como ‘Pájaro negro’) fue un destacado músico y artista polifacético que influyó notoriamente en los gustos y costumbres de la capital andalusí. Se le adjudica la evolución del laüd, como instrumento anterior a la guitarra, y la creación de los primeros conservatorios de música del mundo . El título del disco, salvo en la numeración 6.7 coincide con aquel que editó Paco de Lucía en 1990.
Juan Carmona está reconocido como una de las máximas figuras del flamenco actual. Acumula múltiples premios internacionales (Primer Premio Paco de Lucía, varias nominaciones a los Latin GRAMMY Awards ,“Mejor álbum del Flamenco del año”, Grand Prix Charles Cros 2015, Premio Internacional de Jerez de la Frontera, finalista del Internacional de guitarra Flamenca de la Unión y de Córdoba, entre otros, y giras por el mundo.
Sobre el disco, a grandes trazos, se puede decir que es un álbum concepto con un reparto excepcional, basado en el periplo del músico poeta Zyriab, que hace escala en varios puntos del Mediterráneo, entre un oasis y algún que otro caravanserai, y recorre 6743 kilómetros, de Bagdad a Córdoba. Con él han colaborado Ibrahim Maalouf, Duquende, Dorantes, El Pele, Naseer Shamma y otros.
Un trabajo discográfico que sale a la venta el próximo 12 de noviembre y que ha sido editado por Karonte Distribuciones.
Nota de prensa remitida por Azucena Gómez Bermejo de la agencia ‘Soy Comunicación’
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