A Manuel Vallejo, el luminoso compás del eco avinagrado

Hoy se cumplen 130 años del nacimiento de una de las más grandes figuras del cante flamenco de todos los tiempos. Manuel Jiménez Martínez de Pinillos nació a las 12 de la mañana del día 15 de octubre de 1891, en el número uno de la calle Padilla de Sevilla, en el seno del barrio de San Marcos.

Desde muy joven, Manuel frecuentó los enclaves más flamencos de la capital hispalense, como el mítico kiosko de Pinto en la Alameda Hércules. Allí entró en contacto con los más grandes del género jondo de aquella época como los Pavón o Currito de la Jeroma, entre otros. Sabemos por el compañero Manolo Bohórquez que con el nombre de ‘Vallejo’ su aparición en público pudo ser el 5 de junio de 1919, en un beneficio que se le organizó a Antonio Silva El Portugués en el Variedades de la calle Trajano de Sevilla.

Histórica fotografía del artista posando con la Llave de Oro del Cante

Segunda Llave de Oro del Cante

Su éxito le vino al grabar sus primeros discos en la casa Pathé, allá por 1923 con la guitarra de Montoya por lo que fue requerido en las capitales españolas. En 1925 obtuvo la Copa Pavón en Madrid y en desagravio por dar esta copa en su segunda edición a Manuel Centeno cuando dicen que Vallejo había sido superior (sin desdeñar cierta competencia entre teatros), se le entregó oficiosamente la segunda Llave de Oro del Cante. Así se cuenta en la mayoría de las crónicas.

Una indiscutible figura del cante

De cualquier forma, y anécdotas de la época aparte, Manuel Vallejo fue una indiscutible figura del cante. Ahí está su discografía donde el cantaor sevillano nos dejó un rico legado. No era fácil destacar en aquella época. Aunque es cierto sobrevivió a muchas de las más rutilantes y emblemáticas figuras de finales del XIX y principio del XX, Vallejo tuvo que medirse nada menos que con Chacón, Torre, Pastora, Pavón, Marchena… entre otros muchos iconos. Manuel Vallejo supo apartarse de unas influencias muy notorias para escorarse y así buscar sus propios predicamentos. El cantaor murió el siete de agosto de 1960 en el Hospital Central de Sevilla, hoy sede del Parlamento de Andalucía. Un figura que, con el tiempo, bien merece una mayor atención.

Un perfil cantaor de Manuel Vallejo

Manuel Vallejo, cuyo compás sigue poniendo en evidencia a quienes pretenden monopolizarlo, tenía un decir “avinagrado” e intenso. No sólo era la fuerza y el alargamiento de los tercios; su cante deja un sabor duradero, un buqué como de metal oxidado. Segunda “Llave de oro del cante”, las cualidades y calidades del sevillano están fuera de toda duda en un amplísimo espectro de propuestas estilísticas. Para recordarlo os invito a escuchar uno de sus cantes por media granaína con la guitarra de Niño Ricardo, gracias al usuario Flamenco y compás de YouTube:

Publicado por Los Caminos del Cante

Programa de radio y web del mismo nombre que se emite desde Jerez de la Frontera

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