Para el estudio.- Fernanda de Utrera y Moraíto. Fiesta de la Bulería, 1991

Aprovechamos estos días de verano para acudir a las fuentes más verídicas y ponernos a sentir primero y a estudiar luego en firme. Así que os traigo un nuevo capítulo de nuestra sección “catando vídeos”. Ya sabéis, el tema consiste en sentir y analizar algunas actuaciones de grandes maestros del cante y el toque. Hoy con Fernanda y Moraíto juntos. Palabras mayores. (Fotos: Fernanda de ABC / Moraíto por Miguel Ángel González)

A modo preliminar, un vídeo con grandes alicientes

El primero es el encuentro con la memoria jonda más verídica gracias a la huella que nos legó Doña Fernanda Jiménez Peña. En ella, de forma natural y vivencial, rebosa la autenticidad. Basta comprobar como todos los tercios son encarados con garra, enjundia y gitanería. Como si se valiera del cante para airear un dolor lejano que nos invita a compartir con ella. En la nieta de Pinini, la soleá cobra un valor añadido.

Luego está el arrojo en esta concreta actuación. Quizás no es la soleá más “perfecta” entre las muchas que podemos ver en Internet pero está luchada de principio a fin. Fernanda aquí se entrega con intensidad desde el primer minuto llevando la expresión al límite, al reclamo de la emoción.

La guitarra de Moraíto con Fernanda

Otra nota de interés es el acompañamiento de Moraíto, que no es muy usual en los vídeos que encontramos en la red. Manuel acompaña de una manera extraordinaria; marcando los tiempos y llevando siempre airosa la guitarra. Además está en un tono brillante que obliga a entregarse a la artista. La guitarra, al estar tocada por medio (cejilla al 2 – correspondencia al 7 por arriba), nos acerca, solo en cuanto al concepto del ritmo, al son de la bulería para escuchar. Un tanto lo refuerza la presencia de palmeros en el escenario donde también aparece la omnipresente figura de su “hermanita” Bernarda.

CARTEL FB 1991

Cronología del vídeo a catar:

El vídeo pertenece a la 24ª edición de la Fiesta de La Bulería de Jerez, celebrada en la Plaza de Toros de la ciudad el día 14 de septiembre de 1991. La convocatoria la formaron: la familia Parrilla, Romerito de Jerez, José Mercé, María Soleá, Capullo de Jerez, Manuel y Juan Moneo, El Pele, El Potito y las hermanas de Utrera con los toques de Parrilla, Antonio Jero y Moraíto (podéis ver el cartel un poco más arriba). Según las crónicas acudieron unas 6.000 personas.

Aquí lo tenemos:

El cante paso a paso, letra a letra

Pese a lo visceral del cante de Fernanda de Utrera, el transcurrir de su soleá siempre tuvo cierta inteligencia emocional. En muchas muestras comprobamos como solía comenzar con la bulería para escuchar corta. No obstante, en el vídeo presente no es así; entra directamente con el estilo que la tradición oral adeuda a Juaniquí con la letra “¡Qué es lo que quieres tú de mí!”. (correspondencia con su clásico «Cualquier día menos pensao») Una variante que tiene una subida tonal muy pronunciada y algo exigente en el segundo verso. Justo en la palabra (que yo) bebo…

Siempre repetimos (y disculpad si somos pesados en esto) que la artista cuanto hace es una versión personal de lo heredado en la que quita y pone de su propia cosecha. Algún día se hablará de la soleá estilo Fernanda, pienso.

Resulta curioso como Bernarda parece nombrar más de una vez al guitarrista como “Juan”, imaginamos que por el padre de Moraíto, Juan Morao. Tras templarse, Fernanda sigue con una entrada muy bravía para lo acostumbrado en ella durante este tramo del cante. Ahora acomete el estilo que dicen de La Andonda con la letra “Cada noche tú a mí me tienes”. Hay que reseñar que añade unos ayes muy personales al finalizar el primer tercio, parecidos a los empleados en el estilo de preparación de la Serneta: “me tienes… ayyyy”...

Como hacía La Paquera y su propia hermana Bernarda, Fernanda cantaba normalmente de pie y se acompaña de sus propias palmas cuando no aprieta los puños con pundonor. Tras las dos primeras acometidas, la de Utrera serena un poco el decir y se recrea en el estilo de Alcalá de Guadaíra que se le atribuye a Juan Talega (y que el tótem de la jondura tanto interpretaba con la letra “Cuando a ti nadie te quiera”). Nuestra adorada cantaora la hace con la letra “Cuando salgo en busca tuya”.

En ese mismo orden, la tanda nos trae dos joyas llenas de flamenquería como son dos estilos diferentes asociados a Merced La Serneta quien como sabemos de mayor recaló en Utrera donde dejaría la simiente de su soleá. En este caso son dos de las variantes cortas de la jerezana. Están habladas y recogidas como dos buenos trincherazos de Curro Romero, si me permitís el símil. Las podemos observar en:

“Tengo el créito (crédito) perdió” (el comienzo es exactamente igual que el “Tengo un hijo perdío” de Juaniquí, solo que no está la subida tonal del segundo verso. Así de cerca están estas dos variantes de soléa, como ya explicó en La Choza de El Cuervo el maestro Alfredo Benítez). Si os apetece podéis acceder a este programa que dedicamos a Tío Borrico y Juaniquí, donde hacemos hincapié en las relaciones tan cercanas de La Serneta, Frijones y Juanquí:

https://loscaminosdelcante.com/2019/09/23/aula-de-flamenco-tio-gregorio-el-borrico-en-la-choza-de-juaniqui-de-el-cuervo/

“¡Qué trabajo me cuesta!” (la cantaora repite el tercio con “¡Qué fatiga que me cuesta!”) que es otro de los estilos de La Serneta que Fernanda borda recortando los tercios y ligándolo en los bajos, que es donde duele el cante (esta variante la solía hacer mucho con la letra “Viendo que soy tuya”)

La soleá de Fernanda, por lo normal, solía ser bastante larga en duración. Y aún nos regala otra buena tanda. Tras estos dos cantes recortados, que entrañan una dificultad escondida, interpreta un estilo trianero que era usual en su repertorio. Hablamos aquel asociado a Manchango. Es de hermosa factura y con una caída melódica final muy pronunciada para desembocar en los bajos. La oímos en la letra “Los pasitos que yo doy” (recordad que ella lo hacía mucho con “El día que yo me muera”, “Bayetita de la negra” o “Esos zapatitos”). Por si sirve de algo, este estilo estaba muy presente en los cantes de su paisano “El Perrate” con la letra “De eso que la gente habla”. Estas comparativas siempre vienen bien para el estudio.

Con “Al conocimiento vino”, Fernanda se acerca otra vez a Alcalá de Guadaíra en una de las dos versiones en valiente que señalan a Joaquín el de la Paula. Es un claro gesto de ir preparando el final, razón por la que va subiendo cada tramo en intensidad.

Pero antes acomete otra soleá corta de la Serneta con “Grandes fatigas son las mías”, a modo de escalón, que es un concentrado de flamenquería y regusto. Todo para acometer el esfuerzo supremo del estilo atribuido a Paquirri “El Guante(r). Ese tan valiente que  saca a la cantaora todo lo que lleva -o le quedaba- dentro de sí. Fijaros como se agarra el vestido y agita el puño cuando dice, a modo de rúbrica, “El sol lleva su carrera”, con algunas apoyaturas en las bajadas.

Para cualquier aficionado estos cantes y estos toques nos llevan a un estado del sentimiento muy elevado. La soleá en toda su plenitud, o sea. Aquella que mantuvo en todo lo alto Doña Fernanda de Utrera como portadora de esa herida que supuraba entre los pliegues de su voz. Siempre será una puerta donde llamar cuando estemos necesitados de la verdad, o al menos de lo más cercano a ella. Tal vez porque el cante de Fernanda es una expresión con la que sufrimos y sanamos al mismo tiempo. Como diría nuestro Moraíto, el cante bueno es el que duele.

José María Castaño @Caminosdelcante

Publicado por Los Caminos del Cante

Programa de radio y web del mismo nombre que se emite desde Jerez de la Frontera

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