Hasta la choza de Juaniquí llegaron, de nuevo, los ecos del vino de Jerez

Siempre es un verdadero placer compartir unos momentos con nuestros amigos del Ateneo Arbonaida. En esta ocasión, para participar en su Club del Vino que con tanto esmero organizan estos activistas culturales de la vecina y hermana población de El Cuervo. (Todas las fotos son de Gonzalo Amarillo / Ateneo Arbonaida)

Hasta allí, donde cuentan que Juan Moreno Jiménez ‘Tío Juaniquí’ lanzó sus últimos gemidos, llegaron los ecos, hechos vino, desde Jerez a este extremo del país de la Albarizas. Como dije en la conferencia – cata ‘Del vino de Jerez y sus cantes’, hay que acercar también el oído junto al resto de los sentidos para escuchar qué nos dicen y cantan los finos, los olorosos y los palos cortados. Pues, estos cantes y sus vinos pertenecen a la forma de entender invariablemente la vida y la muerte por estos lares. Vinos que llevan el compás y el lamento como si fueran la queja líquida de nuestro pueblo.

De la Casa de Postas siempre venimos más que felices y recompensados (telera de pan y dulces incluidos). No solo por el trato y la acogida siempre cariñosa; también por comprobar el grado de compromiso con la cultura que profesan los inquietos miembros del Ateneo Arbonaida. Ahora también con el profundo y hermoso universo del vino gracias al empuje y dedicación de José Manuel Fernández Pozo.

Queda el capítulo del agradecimiento más sincero por permitirme mostrar este número de magia, de magia del sur, claro. Donde los duendes juegan con la flor de vino y el compás. Donde los cantes se beben y los vinos se escuchan:

Al ayuntamiento de El Cuervo por ceder el maravilloso escenario que es el patio de la Casa de Postas; a Gonzalo Amarillo por su implicación; a Concha Mingorance y a José Manuel Fernández Pozo por los traslados; al catering Avenida de la localidad; a la Bodega Emilio Hidalgo de Jerez por sus vinos; A María Jesús Caballero (biznieta de Juaniquí con la que siempre es un placer conversar)… Y todos y cada uno de los miembros del Ateneo Arbonaida que son un ejemplo a seguir por encima de políticas de todo a un euro… Y cómo no a todos los asistentes al acto…

También hago constancia que me vine con un sabor un poco agridulce porque la velada nos recordó los momentos vividos años atrás en La Choza de Juaniquí. Me da una gran tristeza que este año no se celebre, siendo lo mejor que tiene el pueblo con diferencia. También porque me faltó mi amigo Daniel Salguero ‘de la Fragua’ (nieto de Juaniquí) al que espero una pronta recuperación. Y cómo no el recuerdo a nuestro llorado maestro Alfredo Benítez, quien siempre me acompañaba en estos menesteres; se sentía muy feliz en El Cuervo. Pero como dijo Gonzalo Amarillo: «las paredes de esta Casa de Postas están tan impregnadas de cal como de las palabras de Alfredo»… algo que nos reconforta, sin duda, ante su insondable ausencia.

De ahí el título, no me cabe duda que La Choza de Juaniquí está y permanecerá entre esta gente buena de El Cuervo; se celebre o no el ciclo. Aquel lejano eco por soleá desde su choza siempre permanecerá vivo mientras ellos tengan el aliento suficiente.

José María Castaño @caminosdelcante

Publicado por Los Caminos del Cante

Programa de radio y web del mismo nombre que se emite desde Jerez de la Frontera

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