Cuando comencé a ir por Madrid, siempre que podía me acercaba al Círculo de las Bellas Artes donde trabajaba Manuel Ríos Ruiz. Desde su atalaya de la calle Alcalá compartía sus quehaceres en la institución con su labor en la prensa, como su sección «Catavino de papel» que regalaba a sus paisanos en Diario de Jerez. (Foto: Editorial Calambur)
Luego, en muchas actividades intentamos darle el sitio que merecía este ilustre hijo de Jerez y que tanto hizo por el arte jondo de su tierra en distintos ámbitos. Por ello me alegra sobremanera este acto de La Cátedra de Flamencología de Jerez – su querida Cátedra -. Un homenaje que sirve para recordar su figura pero también para reivindicar su extraordinario trabajo. Y con la categoría que merece la figura Manuel Ríos Ruiz; no como otros intentos de dudosa credibilidad.
Por ello, desde estos caminos del cante no sumamos a este reconocimiento recordando un extracto de este artículo que escribimos, no hace mucho, para la revista Zoco de Madrid y unos extraordinarios versos dedicados a Juanito Mojama.
¡Enhorabuena por tanto a la Cátedra de Flamencología que de este modo renace como institución!
Manuel Ríos Ruiz, jerezano de Madrid
Manuel Ríos Ruiz desde muy diferentes tribunas siempre fue defensor a ultranza de la causa flamenca de sus paisanos en los madriles. No sólo en el tenor de sus escritos o desde el Círculo de las Bellas Artes; fue mucho más allá. Habría que mencionar su mítico programa “El Cuarto de Los Cabales” de RNE y, sobre todo, su contribución como productor discográfico. Pues, gracias a su entusiasmo se perpetuaron un sin fin de voces para la posteridad.
En la última entrevista que nos concedió a Los Caminos del Cante nos comentó: “Yo sólo hice cuanto estaba en mi mano”. Su humildad no quita para resaltar que su labor como productor para la CBS ha sido, posiblemente, la máxima cobertura a los jerezanos en la diáspora madrileña. Ahí están los registros de voces como Terremoto, Agujetas, Juanata, El Mono, El Berza, Fernando Gálvez y los entonces jovencísimos Vicente Soto o José Mercé.
Incluso ya jubilado, Manuel siguió su cruzada por la causa flamenca desde sus libros y conferencias. Aquí en Jerez nos acompañó en diferentes ocasiones en el ámbito universitario, destacando su conferencia inaugural en el congreso que dedicamos al cantaor Juan Mojama, otro jerezano de Madrid. Un emotivo encuentro para el que nos regaló hasta la etiqueta del vino que repartimos entre los congresistas. Y cómo no esa poesía flamenca que, para mí, es el cenit de toda su trayectoria. Me despido de esta semblanza con un puñado de versos que dedicó Manuel a la voz lastimera del citado cantaor; la mejor manera de recordarlo. ¡Hasta siempre Manuel!
Juan Mojama, jerezano,
gitano canela en rama,
hizo del cante bandera
de su tierra y de su raza
por bulerías, soleares,
por la siguiriya amarga,
poniendo el corazón
en cada tercio y palabra,
sacando de las entrañas
el compás y la salmodia
del quejío de su alma,
para decirnos de la vida
cuanto la muerte afana,
engloriando los estilos
con su voz tan requintada,
dejándonos la memoria
de la historia bien cantada,
del cante más verdadero
desde el pecho a la garganta.
José María Castaño @Caminosdelcante