Hay empresas que van mucho más allá de las cuentas y los saldos, aunque estos sean requisitos tan necesarios para su continuidad. Para ello deben existir personas con una firme vocación de servicio y un toquetazo de idealismo. De otra manera, es imposible subsistir cuando se habla de abrir las puertas a los sueños.
Hace 30 años ya se empezaba a vislumbrar que el mercado de la discografía y los libros iba a dar un giro copernicano. Recuerdo que el propio Enrique Morente se lamentaba de la definitiva consolidación de las publicaciones en digital y lo fácil que resultaba hacer copias ilegales. ‘Para una vez que los flamencos empezamos a vender discos, nos obligan a venderlos en servilletas que se fotocopian’, recuerdo que algo así comentaba un poco desolado el maestro nazarí en aquel entonces.

Por esta y otras razones, mantener un negocio dedicado a la venta de libros y discos flamencos, con espacio físico además (en la calle Moratín de Madrid), es toda una proeza. Más de 3.000 referencias en cd´s y vinilos, que se dice pronto. Una aventura que sólo se consigue por el amor incuestionable de quienes están al frente del timón y un alto sentido del compromiso con la cultura que representan. El Flamenco Vive siempre fue mucho más que una tienda; se erigió en un centro de reunión y tertulia de la cultura flamenca madrileña y del país. Tal vez el germen que propició entre otros la creación del Círculo Flamenco de Madrid. Y es más, me consta que pese a las dificultades varias siempre dispuestos a ayudar a muchos flamencos para sacar adelante algunas producciones que de otro modo no habrían visto la luz.
Durante todo este periplo el asunto se fue complicando aún más. Porque las plataformas de streaming, los libros digitales y las dos mil aplicaciones para bajar música gratis convierten a sedes como El Flamenco Vive en un barco que lucha contra las olas del mar bravío, que cantaba José Cepero.
Así que no queda más que felicitar de todo corazón a los amigos Alberto y David Martínez de la Plaza y a todo su equipo por estos 30 años de servicio a la comunidad flamenca. Siempre fue un placer trabajar con ellos en una tienda donde Vive el Flamenco y el Flamenco Vive. ¡Gracias y que sean muchos más!
José María Castaño @caminosdelcante