Sucede en muchas ocasiones que determinados familiares se quedan en la sombra de algunos grandes maestros del cante. Uno de ellos fue, sin duda, Curro Mairena con respecto a su hermano Antonio, el maestro de los Alcores. (La fotografía data de 1975 en 5ª Semana de Estudios Flamencas de Málaga y está firmada por Gómez)
En este caso es algo lógico. Por un lado, la impronta de Antonio Mairena en todos sus perfiles es de una altura insuperable. Por otro, Francisco Cruz García no se dedicó íntegramente al artisteo como profesional. Unas razones que no quitan peso a la más que digna ejecución de los cantes por parte de Curro. Siempre comprometido con los tercios nobles del mismo al que siempre logró arrancar un gran sabor y una apreciable enjundia. De ahí el título de la entrega. Por cierto, Curro Mairena (1914) era menor que Antonio (1909), un hecho que se suele confundir.
Con dedicatoria a la LXI Reunión del Cante Jondo de Mairena, unas tonás y martinetes mano a mano de los dos hermanos hacen de bienvenida sonora. Fueron grabadas en el disco La Fragua de los Mairena en RCA 1973. Luego, me centro en el LP en solitario Los duendes de Curro Mairena (Movieplay, 1971), del que extraigo unas siguiriyas y una soleá acompañadas por Melchor de Marchena. Y para finalizar, una grabación doméstica en directo del archivo de Loira en una fiesta de 1967 en la Finca Espartero con la guitarra de Diego del Gastor.
Aquí el pequeño homenaje a este entrañable cantaor, quien con humildad llevó muy a gala aquello de ‘a quien árbol se arrima, buena (y espesa) sombra le cobija’.
En este enlace a la web de Expoflamenco podéis acceder a la nueva entrega del pódcast: