Han sido unos días muy intensos estos primeros del mes de noviembre de 2019 alrededor de la figura de Don Antonio Chacón García. Considerado una piedra angular para la concepción del flamenco contemporáneo, el artista cumplía 150 años de su nacimiento en Jerez y 90 años de su muerte en Madrid. (Fotos de la colocación de las dos placas, la de 1936 y la actual)
Hoy día que tanto se habla de la reparación de la memoria histórica – que también debe alcanzar los hechos culturales más notables – dedicamos nuestras Jornadas de Estudio del Cante UCA Jerez 2019 al renombrado “Papa del Flamenco”. La idea era alumbrar en lo posible y desde lo académico su amplio perfil cantaor para así releer sus principales aportaciones y constatar su huella, una vez traspasada la frontera del siglo XXI.
La verdad es que estamos satisfechos por unos resultados que pronto tendréis disponibles gracias al proyecto Atalaya y su programa Flamenco en Red. Cada pieza docente encajó a la perfección para estudiar a fondo una de las obras más extensas de cuantos maestros flamencos han existido.
Por este motivo debemos felicitar de forma efusiva el trabajo y la generosidad de:
David Lagos y Ezequiel Benítez: testimonios de artistas mantenedores hoy día de la escuela del protagonista en la previa de Tío José de Paula; María José Gómez Cruzado: cuidada presentación de las jornadas; Carlos Martín Ballester: aspectos biográficos y discográficos de la obra de Chacón; Juan María de los Ríos: su visión filosófica desde las Greguerías Flamencas de Ramón Gómez de la Serna; Reyes Gómez Rubio: análisis enológico del NPU amontillado de Bodegas Sánchez Romate, el vino de Don Antonio Chacón; Roberto Sabater Boix: imprescindible y acertada visión de Ramón Montoya en la concepción chaconiana; el maestro Alfredo Benítez Valle: sabiduría impagable para el retrato sonoro del cantaor… y la persona. Si me permitís, servidor de ustedes analizando la relación Chacón – Enrique Morente – y la huella del primero en el siglo XXI. Agradecimiento extensivo a todos los medios de comunicación que se hicieron hueco de las jornadas: RNE, ABC Sevilla, Diario de Jerez… En especial, a Fermín Lobatón de El País que tuvo el gesto de acompañarnos y presentar el espectáculo homenaje al cantaor.
Hay mucho que agradecer por tanto a todas las personas e instituciones que hicieron posible estas Jornadas que recordaremos mucho tiempo. Especialmente al corto pero buen alumnado.
Nunca es tarde si la dicha es buena, se dice. Y aunque se hayan tardado 90 años (86, si incluimos el cabal gesto del Ayuntamiento republicano de 1936) parece que Jerez ha paliado de momento su deuda con nuestro paisano de nacimiento mas no de agradecimiento. A ello ha contribuido y mucho el Centro Cultural Flamenco Don Antonio Chacón y su presidente Juan Alfonso Romero, colocando una placa en su casa natal de Sol 60 (en la foto de portada junto a aquella de 1936) y editando un disco conmemorativo del que muy pronto sabrán.
Estamos contentos sí, pero siempre con ese pequeño regusto un tanto amargo a veces inevitable. Y no es quejarse por quejarse, ni mucho menos. Lamentamos que el esfuerzo no se haya visto recompensado con una mayor participación y nos hace preguntarnos dónde están tantos aficionados, académicos y miembros de cátedras obsoletas que luego saben de todo pero nunca están.
Por otro, nobleza obliga pese a quien pese, el mal sabor de boca que nos dejó la ausencia en el espectáculo en homenaje a los 150 años de Don Antonio Chacón del cantaor David Lagos Aguilar. Si hay alguien que merecía estar ahí era él, con respeto a sus demás compañeros, por supuesto. Pocos como David Lagos han defendido contra corriente muchas veces el nombre y la escuela de Chacón en todo el mundo, tanto en sus discos como en sus recitales en los más grandes escenarios; incluso encendiendo la Lámpara Minera de la Unión con los cantes de Don Antonio. Allí estaba en el patio de butacas con toda la humildad del mundo apoyando a los artistas encima. Me parece una falta de delicadeza y si me apuráis de respeto. El valor del flamenco están en sus artistas comprometidos con los grandes maestros y no solo en la piedra.
Y se preguntaréis aquello de “y un día”... Pues sí, ese día de plazo abierto que indica el mañana para continuar avivando la memoria de Don Antonio Chacón así como de tantos otros y otras sepultados en la sombra de la injusticia histórica. Esperemos que Jerez, tantas veces madrasta de sus artistas no tarde tanto tiempo.
José María Castaño @Caminosdelcante