Analizando vídeos.- Juan Moneo “El Torta” con Manuel Parrilla por malagueñas (1990)

Estas secuencias que ofrecemos hoy a los caminantes acaba de ser subida al canal Youtube por el amigo Paco Benamargo y se trata de una actuación de Juan Moneo “El Torta” con Manuel Parrilla. La misma tuvo lugar en Madrid en 1990. Juan María de los Ríos nos puso en la pista sobre ella. (Foto del momento: Carlos González)

Siguiendo sus propias palabras Juan Moneo Lara “El Torta” perseguía desde su alma inquieta tratar de emocionar y transmitir más que gustar o quedar bien con su auditorio. Su cante era una forma directa de contagio con ese interior convulso; se entiende que el cante para él no era un mero ejercicio musical más bien una forma exorcismo con su propio yo que suele ser la variante más complicada.

Aunque en el vídeo no vemos a El Torta más desatado sí en cambio comprobamos como ese rito que se auto infringía lo convulsionaba. Juan para poder cantar se lastimaba primero poniendo todo el cuerpo en tensión. Es curiosa la forma de sus manos cuando aprieta los tercios, abre y encoge los puños como si sus dedos fueran una extremidad del cante. Y como junta las palmas en los remates como si estuviera rezando.

Tal vez no es un ejemplo de su electrizante bulería, los enjundiosos tangos o la vibrante soleá. Por malagueñas siempre me pareció que Juan se asomaba a un pozo de melancolía en el que no veía el final. Por eso el cante no es agresivo del todo pero si transido de dolor como expresión de soledad “sin mi mare” y de un destino nunca del todo asumido “ahora me veo solo sin calor de nadie”.

En primera malagueña de preparación sigue los cánones que dejara su paisano Manuel Torre en «A buscar la flor que amaba«, aunque personaliza siempre con distinta letra y en algunos momentos se advierte la versión de Mairena y algunas caídas melliceras.

Luego con más rotundidad se adentra en la malagueña del Mellizo que rasga desde el comienzo. No es ya aquí la melancolía sino el desengaño amoroso que produce un dolor y una impotencia que solo puede mitigar cantando. De ahí que Juan se enrosca con la letra de tal modo que vuelve a revivir el rol de cuanto dice.

Maravilloso el toque del jovencísmo Manuel Parrilla dejando más que cantar que Juan se desahogue. Hay algo en la malagueña de Juan Moneo que nos hace presos con él de un increíble desasosiego y una intranquila melancolía. Es al menos nuestra sensación la que hemos querido compartir con todos los caminantes.

¡Gracias a Francisco Múñoz Gómez “Paco Benamargo” por subir el vídeo y a Juan María por recomendarlo!

José María Castaño @Caminosdelcante